En
esta ocasión, la camiseta elegida para exponer es la que Johan Cruyff utilizó
durante el mundial de Alemania Occidental de 1974. La primera equipación de
Holanda tenía como marca deportiva a Adidas. Ésta empezaba a crear su signo de
marca con las tres rayas en las equipaciones. Por aquel entonces los jugadores
no tenían derecho a recibir dinero alguno por lucir a dichas marcas. Johan Cruyff
fue el primer futbolista en luchar por los derechos de los futbolistas. Esta camiseta no se encuentra exenta de polémicas, ya que como vemos, Cruyff sólo
luce dos rayas en los hombros, y no tres como el resto de jugadores. El
problema creado fue que el 14 de Holanda quería cobrar por llevar las tres
rayas, algo a lo que la marca alemana se negó. Por este hecho Cruyff jugó este
mundial con dos rayas a cada lado de los hombros, en vez de tres.
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Cruyff, en la final del Mundial con el brazalete de Capitán |
Tanto Holanda como Johan llegaron a este mundial
como uno de los principales favoritos, con Rinus Michels de entrenador (el
creador del fútbol total. Táctica en la que todos los jugadores defendían y
atacaban), y con jugadores de la talla de Resenbrik, Neeskens o el propio
Cruyff, frutos de la prolífera cantera del Ajax de Amsterdam, la cual sigue
fabricando grandes futbolistas hoy en día. Brasil (defensora del campeonato) y
la Alemania Occidental de Gerd ‘Torpedo’ Muller eran otras de las selecciones que se presentaron en este mundial con grandes opciones de llevarse el título. Esta Alemania contaba con
jugadores como los madridistas Gunter Netzer y Paul Breitner, Franz Beckenbahuer, uno de los mejores
centrales de todos los tiempos y de Schwarzenbeck. Para quien no le suene este
último nombre, guarda muchas similitudes con Sergio Ramos, ya que este central
alemán también le quitó una Copa de Europa a Atlético de Madrid de un cabezazo,
portando el número 4 en la espalda en este caso con el Bayern de Munich en ese
mismo año, 1974. Otros jugadores destacables de esta selección fueron Jupp
Heynckes, Berti Vogts o Uli Hoeness. Cabe destacar también en este mundial la aparición
de la Polonia, que acabó siendo cuarta, y de Grzegorz Lato, quién fue el máximo goleador
del torneo con 7 tantos. En la selección brasileña podíamos encontrar jugadores como Rivelino, Jairzinho o Leivinha. Éste último jugó en el Atlético de Madrid. donde dejó una gran marca en sus aficionados. Aficionados como José Miguel Conejo Torres o también conocido como 'Leiva'(líder de la banda Pereza y ahora cantante en solitario) por su parecido con dicho futbolista.
La
Naranja Mecánica
La selección de los Países Bajos recibió este
nombre, por su equipación naranja, y por su buen nivel mostrado durante la fase
de clasificación y durante el propio mundial, por su fútbol total. Johan Cruyff
partía como su máxima estrella. Acababa de fichar por el F.C Barcelona, donde
el primer año consiguió la liga y había obtenido el balón de Oro en los años
1971, 1973 y 1974. Tras pasar la primera y la segunda fase, Holanda se plantó
el Estadio Olímpico de Múnich, el 7 de Julio, frente a la selección anfitriona,
la Alemania de Torpedo Muller.
En ese momento los holandeses no lo sabían, pero
iban a iniciar una maldición que llega hasta nuestros días, porque desde
entonces Holanda ha llegado a tres finales mundialistas sin poder llevarse el
ansiado trofeo. Primero en 1974 frente a Alemania Occidental, seguidamente
frente Argentina en Argentina 1978, y la última, de un recuerdo más alegre para
nosotros, en el mundial de Sudáfrica 2010, frente a la selección española. Alemania Federal ganó la final con goles de
Muller y Breitner, remontando así el tanto conseguido de penalti por Neeskens.
Aunque pueda parecer que no, la derrota de la
selección neerlandesa sirvió para enseñar al planeta fútbol un nuevo estilo, el
denominado fútbol total. Este estilo no siempre le dio a Holanda los resultados
esperados, pero la constancia y el buen hacer sobre todo de Rinus Michels
dejaron huella en unos futbolistas que creían en su idea ,que a su vez la
trasmitieron a otros , que a su vez pudieron mejorarla y crear equipos de
fútbol de una calidad inimaginable.
La huella de esta selección holandesa no se puede
medir por sus títulos, si no por sus seguidores, y por lo que a estos les
trasmitía. Una nueva forma de jugar era posible. Michels creó un nuevo estilo
bajo su sello, un estilo alegre, algo
que perdurará mucho más allá en el tiempo que la simple consecución de un
título. Al fin y al cabo en eso se basa el fútbol, en pasárselo bien pegando
patadas a un balón, ya sea con unos colores u otros.
Años mas tarde, la semilla plantada por Rinus Michels daría sus frutos, los
cuáles él mismo recogió. Pero eso ya es una jugada de otro partido.
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